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Hubo un momento en el que hablábamos de la vida en línea como algo lejano y futurista. Ahora, cada vez más, para segmentos cada vez más grandes de la población, la vida en línea es una constante cotidiana. En zonas urbanas, las transacciones y las interacciones en internet son incontables y muchas veces pasan desapercibidas. Es evidente que todas estas acciones están dejando una huella enorme de información, pública y personal, que no controlamos y muchas veces que ni estamos concientes de que está circulando por ahí. Por esa razón, decidimos consultar a personas en México sobre lo enteradas y conscientes que están de esa información. Además, comparamos la información con Estados Unidos para tener un mejor parámetro. 

La primera pregunta que realizamos tiene que ver con la preocupación que provoca en las personas la cantidad de información que hay en internet disponible sobre ellas y ellos. Al consultarlas sobre eso el margen entre los dos países no resultó ser tan amplio entre los dos países.

Uno de los detalles que destaca es la inclinación en Estados Unidos hacia la despreocupación: solo 33% contestaron estar preocupados, y el 67% respondió no estarlo. En contraste, en México el 43% respondió que están preocupadas por la información, y el 55% dijo no estarlo. Curioso considerando que la dispersión de servicios de internet en Estados Unidos parece ser más amplia que en México. En nuestro país, según el IFT,  cerca del 65% de la población es usuaria de internet –sin considerar el tiempo o la intensidad del uso.  En cambio, en Estados Unidos, esa cifra oscila entre el 85 y 90% en años recientes. 

Al consultar sobre el tipo de información personal que saben está disponible en internet, les planteamos un abanico de opciones. La principal, sin que sea sorpresa, reconocieron que en internet hay por lo menos una fotografía.  Más de la mitad de las personas, tanto en México como en Estados Unidos, así lo confirman. Los rangos bajan hasta llegar a temas un poco más sensibles, como la dirección del hogar o los datos sobre el lugar de trabajo. En México el 10% de las personas dijeron que la dirección de su casa está disponible en internet; en Estados Unidos, esa cifra es del triple. Y los datos sobre el lugar de trabajo, en Estados Unidos, casi la mitad de las personas dicen que circulan en internet. 

Al consultar entones, sobre el tema del anonimato, sobre la posibilidad de navegar y transitar por internet de manera completamente anónima, la opinión está dividida entre los dos países. 

Es curioso que al preguntarles si han intentado navegar de manera anónima u oculta, el porcentaje de personas en México que sí lo han intentado es casi el doble de las personas que lo han hecho en Estados Unidos. 

Sin que sean conclusiones definitivas, parece haber una mayor confianza –que no necesariamente una mayor preocupación por la privacidad– al navegar en internet y al compartir información personal en Estados Unidos en comparación con México. Así mismo, el anonimato como manera de uso parece no ser una preocupación apremiante para internautas de ambos países. Con el incremento del tiempo en línea a propósito de la pandemia, quizá estas preocupaciones vayan cambiando.