La pandemia de covid-19 nos tiene viviendo frente a pantallas casi todo el día. Aunque ahora es notable la enorme cantidad de actividades significativas que hacemos por su intermediación: trabajo, reuniones sociales, fiestas de cumpleaños, esparcimiento y descanso, y demás. Pero, lo cierto es que las circunstancias estaban dadas previamente: nuestra relación con las pantallas ya venía acentuada y creciente. Según un estudio del Pew Research Center, del 2006 al 2013, el uso de sitios para reproducir videos en línea creció de 33 hasta 72%. Y no se trata solo de entretenimiento. En un artículo de Gallup sobre pedagogía y herramientas digitales para el aprendizaje –entre las que se encuentran los videos y los tutoriales en línea–, ocho de cada diez maestras y maestros coinciden que estas herramientas son de alto valor en el salón de clases. Ahora que estamos confinados a la casa, una de las conjunciones de entretenimiento y aprendizaje que ahora nos rodean son los tutoriales en video.
Cómo es esta situación en México. En particular, por ejemplo, el segmento particular de los videotutoriales. Ya no es solo ¿Cuánta gente en México recurre a los sitios de video en internet para ver tutoriales?
Al consultarlos, el 83 por ciento de las personas en México aceptaron que la plataforma en la que ve estos videos es Youtube. El 14 por ciento emplea Facebook. El resto lo reparte en otros sitios. Y al preguntarles por los principales temas por los que recurren a estas plataformas, de la lista que les planteamos, el principal fue la música.
Los primeros cinco coinciden en la frecuencia con la que la gente respondió que sí. De las categorías para las que la gente respondió mayoritariamente que no, quizá la categoría de “entrenamiento físico y deporte” es una de las que la pandemia habrá trastocado debido al cierre de los espacios para realizar estas actividades.
Sobre la efectividad de estos tutoriales, la respuesta es abrumadoramente positiva. Casi el 90 por ciento de las personas en México coinciden en la utilidad de los consejos que visualizaron ahí. Y cuando se les pregunta en términos de grado, qué tan útiles les parecen, las opiniones mantienen este sesgo hacia lo positivo.
Si bien es necesario ser juiciosos al momento de recurrir a estos tutoriales, es señal de una comunidad vibrante. La buena disposición de las personas hacia los tutoriales en video es evidencia de un ecosistema de practicantes y expertas que comparten conocimientos de manera sencilla, a medio camino entre la pedagogía y el entretenimiento. Que la regulación sea la popularidad, las recomendaciones y los “likes”, horizontalizar este tipo de saberes y le resta la solemnidad y las seriedades que muchas veces parecen alienantes. La necesidad de mantenerse en confinamiento o lejos de sitios tradicionales de enseñanza sumado a la creciente disponibilidad de tecnologías portátiles, quizá incrementen tanto las personas dispuestas a aprender alguna actividad y animen a personas expertas a compartir lo que saben.