Las efemérides nacionales buscan promover la memoria e incentivar la reflexión. Así sucede ahora, por ejemplo, con la propuesta que el diputado Edelmiro Santiago Santos Díaz envió al congreso y que busca declarar al primero de julio como el día de la Cuarta Transformación. Su intención es clara: “es importante destacar y recordar los eventos del pasado, pues ayuda a comprender el presente y prepararnos para el futuro”. Lo que es claro, sin duda, es que para muchos, las efemérides son la excusa y la razón perfecta para disfrutar de un día de descanso y esparcimiento.
Según una de nuestras encuestas, levantada en 2013, reveló que el 80 por ciento de los mexicanos goza del derecho laboral a las vacaciones por lo menos una vez al año. (El derecho a las vacaciones está consignado en el Artículo 76 de la Ley Federal del Trabajo que dice: “Los trabajadores que tengan más de un año de servicios disfrutarán de un período anual de vacaciones pagadas, que en ningún caso podrá ser inferior a seis días laborables, y que aumentará en dos días laborables, hasta llegar a doce, por cada año subsecuente de servicios. Después del cuarto año, el período de vacaciones aumentará en dos días por cada cinco de servicios”)
Lo interesante es considerar los días que los mexicanos solemos vacacionar por año. A simple vista uno pensaría que estamos acostumbrados a vacacionar muy poco al año, más si consideramos que en países de nuestra región, como Brasil o Colombia tienen como derecho 30 y 15 días de vacaciones pagadas para sus trabajadores respectivamente. Según nuestra encuesta en hogares, levantada a nivel nacional, el 30% de los mexicanos toman entre 10 y 12 días de vacaciones al año. Para muchos, además de los seis días de vacaciones pagadas para los trabajadores, ahí están incluidos las efemérides convertidas en días oficiales de vacaciones.
Tener días de descansos no es lo mismo que tener la posibilidad de hacerlos efectivos. Al consultar a las personas sobre si salieron o no de vacaciones en el año, la respuesta afirmativa fue descorazonadoramente baja: solo el 26% dijo haber salido. Al preguntarles sobre planes futuros para salir, el porcentaje incrementó un poco más, pero aún así, no alcanzó a rebasar el 50%.
Las razones por las que los mexicanos en 2013 no podían hacer efectivo su derecho al asueto son las que uno espera. Por lo menos la razón mayoritaria. El dato sorprendente del análisis de la consulta es que el 28% de las personas consultadas respondieron que preferían quedarse en casa. Quizá, esa respuesta, a la luz de los meses de cuarentena, haya cambiado radicalmente.